martes, 15 de noviembre de 2022

Dos policías de Madrid pastan en nuestra comarca

Se llaman Jirel (el caballo), y Reina (la yegua), y fueron policías nacionales del CNP de España. Sí, sí, sí... hablamos de policías de cuatro patas, y no de dibujos animados (como en la Patrulla canina) sino de verdad. Y es que al cuerpo nacional de policía pertenecen perros, que son agentes y están empleados en muchas unidades –detección de drogas, explosivos, búsqueda y rescate de víctimas y personas perdidas, patrullas urbanas o en puertos y aeropuertos, rescate en alta montaña–, y en Madrid también hay una Unidad de Policía Montada a la que pertenecieron Jirel y Reina.
Tras servir y proteger a estos amigos de cuatro patas, que estuvieron muchos años patrullando por las calles y parques de Madrid, a ambos caballos les llegó la hora de su jubilación, y el agente humano de la policía –sus abuelos eran padrinos de mi padre–, cuya madre reside en nuestra comarca, pensó en darles una jubilación como se merecían después de años sirviendo con él, y les trajo al pueblo de su madre. A un compañero nunca se le abandona, y muchos de estos caballos regresan al campo. Estos lo hicieron con su dueño, en un remolque, pues el agente de dos patas tiene raíces en nuestra comarca y una finca en el campo. Hoy Jirel y Reina, agentes de policía jubilados, pastan en Calzada de La Valdería y, acostumbrados al ser humano, se dejaron que el director de este periódico ('primo' de la madre del agente dueño de los caballos, les diera de comer manzanas: foto)

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